domingo, 24 de mayo de 2009

¿A qué le temes?


Desde el primer día que me plantearon la posibilidad de realizarme un by pass gástrico... como todo el mundo sentí miedo.

Mi primer temor fue a no poder con toda la vorágine de cambios que vienen en mi vida, tuve miedo de tener una voluntad debil.

Una vez que empecé a informarme de todo el proceso temblé cuando me dijeron que sería anestesia general y que como en toda cirugía existe un margen de riesgo de morir.

Sin embargo he analizado mucho mis miedos y la única manera de superarlos es enfrentarlos, en mi caso lo he hecho con información, preguntando, consultando, analizando todo lo que me dicen y platicando con personas que ya pasaron por todo este procedimiento.

Hoy día puedo decir que sí, aún tengo miedo... porsupuesto que me da miedo morir... pero me da más miedo seguir viviendo con obesidad, con una enfermedad que no me deja avanzar, que no me permite elevar mi nivel como persona, como profesionista.

No quiero vivir más así, prefiero morir en el intento.

Mi familia es quien tiene más miedo que yo, tienen miedo que no vuelva a abrir los ojos, que algo salga mal, sí yo también lo tengo pero tengo que sacar valor de lo más profundo de mi corazón para enfrentar esta situación, este método tan drástico.

Sí, va a doler... es una herida grande y profunda la que me harán. Van a mover y cortar mis entrañas y porsupuesto que dolerá... soy un ser humano, estoy viva... no soy de hule!!!

Pero si para liberar mi vida tengo que enfrentar este dolor físico, lo haré.

Estoy convencida de que el dolor físico será pasajero y puede controlarse con medicamentos... el dolor del alma no se cura con nada.

Durante un mes estaré en casa, me daré la libertad de dejarme cuidar por los míos, me dejaré amar y mimar, pondré todo de mi parte para salir adelante pronto.

Dedidar un mes de mi vida para recuperarme no es nada comparado con los 20 años que tengo sufriendo por esta enfermedad.

Hoy día tengo 34 años de edad y mi único miedo es quedarme obesa y no poder tener el hijo que tanto anhelo, quedarme encerrada en mi casa sin conocer el mundo, sin tomar el viaje de mis sueños porque no puedo caminar, sin ir a visitar a mi mejor amiga porque me puedo infartar en el avión...

Mi único miedo ya esta vencido, era el miedo a una voluntad debil... y ese me he demostrado a mí misma que ya lo he superado, aprendí a decir No, a decir... hasta aquí.

Un día dentro de unos años sabré que todo esto habrá valido la pena, hay mucha gente que por miedo a la cirugía, a la anestesia, al dolor físico, por el orgullo de no dejarse cuidar por otros prefiere no operarse, prefiere seguir adelante atrapado en ese apretado y pesado traje en que se convirtió su cuerpo.

La obesidad es una enfermedad. No hay opción, la única forma de enfrentarla es a través del apoyo médico y siguiendo las instrucciones al pie de la letra... es decir con disciplina.

Yo no quiero morir... por eso voy a operarme.

No quiero morir ahora, no quiero morir de obesidad, no quiero morir sin haberlo intentado.

Mi alma me pide a gritos que luche, que sí puedo, mi cuerpo se esta dejando llevar porque cada día se siente mejor, aliviado con cada gramo que pierdo.

Sigo luchando por mi vida, por mi cuerpo... por mi alma... por mí.

Estoy bajando mi peso y aumentando mi fe... yo creo en Dios y es una de mis principales fortalezas para enfrentar este reto.

El amor de mi esposo y mi familia también me hace fuerte.

Amiga(o), no le temas a la cirugía... no le temas al dolor... tenle miedo a seguir como estás!!!

Lucha!!!! Levántate! Inténtalo! Busca información! Pregunta! Busca apoyo! Déjate querer! ... pero primero que nada... ¡Quiérete a tí mismo!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡ SALVATE!!!!!!!!



Estás a tiempo! ... aún estas vivo.





anapaty74@hotmail.com

1 comentario:

  1. Te aseguro que TODO, absolutamente TODO vale la pena. Vamos que podemos juntas vencer ese miedo, porque seguir viviendo obesa es una mera sobrevivencia, la vida eal comeinza después de la operación. Todo saldrá bien!!

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